martes, 9 de agosto de 2011

Presente

Porque a veces se me hace muy dificil hablar de ti. Sólo ciertas conversaciones me hacen abrir los ojos y darme cuenta de qué es lo que me pasa. Porque ahora es cuando de verdad estoy sintiendo todo lo antes no he sentido. Todo me está viniendo de golpe y es dificil de asimilar. Pero ya tengo una lección aprendida. He aprendido a no ilusionarme, a no imaginarme cosas que no son, a vivir solamente en el presente, sin mirar atrás ni hacia adelante, porque eso sólo traerá problemas.

Todo esto viene a que me he dado cuenta que todo lo que tiene que venir, tarde o temprano acabrá viniendo. No hace falta forzar nada porque eso sólo conllevara a que no se produzca. Pero claro una vez vez que lo fuerzas y ves que no ocurre, tardas tiempo en perder la ilusión. Porque siempre habrá algo que te hará mantenerte, hasta que llega un momento que ni tu puedes sostenerte en algo que no existe. Es el momento de la desilusión. De percibir la realidad tal y como es. Quizás con mas menos que más. Pero esto es visto desde mi punto de vista, que tiende a ser un poco pesimista, lo reconozco.

Una vez que me pasó algo parecido lo llegué a pasar peor, y de eso se trata, de darse cuenta del problema y no dejar que vuelva a ocurrirte. Porque de aquel error aprendí y bastante. Aunque pasé bastante tiempo preguntándome porque no hice nada más ya dejé de pensarlo. Ahora sólo miro lo que tengo delante. Lo que está a punto de ocurrir sin más. Porque ,cómo bien dice una serie de la que tanto he aprendido, en el fondo la vida no es complicada nosotros somos los que la complicamos. Quizá haya veces en las que parece todo el camino tan fácil que nos las ingeniamos para hacerlo más díficil. Ese es uno de mis fallos, sin duda todo lo hago más díficil y poco de lo que quiero que pase acaba haciendose realidad. Pero todo tiene solución, antes o después, menos lo que no la tiene....


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